Una relación inicia su camino de amor cuando dos personas que se sienten atraídos el uno al otro, se enamoran entre sí, y entonces deciden que quieren estar juntos. En la Biblia existe un parrafo que dice: Los dos son una sola carne.
Una relación comprometida se convierte en un organismo vivo, y las dos personas que forman parte de ella, ya no son sólo dos personas que han decidido estar juntos, se convierten una sola persona.
Es por eso que a veces uno de ellos se refiere a la otra persona como «mi media naranja». Ahora se han convertido en dos mitades de un organismo.
Cómo destruir tu relación?
Para que este organismo se pueda mantener sano y feliz debe haber una buena comunicación. La comunicación es la sangre de una relación. La comunicación tiene que ser profunda y no superficial.
Cada una de las dos partes deben ser capaz de compartir sus miedos, temores y preocupaciones entre sí acerca de uno al otro, o cualquier otra cosa que involucra a la relación.
Porque de verdad se aman, se deben proporcionar el uno al otro un lugar seguro para que cualquiera pueda compartir lo que le sucede sin condenar, juzgar o criticar.
El simple echo de condenar, sentencior o criticar va a matar la relación, porque una de las dos mitades no va a compartir lo que sucede con el otro. Van a empezar a distanciarse y vivir vidas emocionales distintas y separadas.
Cuando esto llega a suceder sólo van a empezar a compartir superficialmente las cosas porque el criticar y condenar a la otra mitad que supuestamente amas, le va causa heridas y daños.
A veces, cuando los que amamos nos hacen daño, nos dicen «lo siento» y luego esperan que la herida sane y se olvide el dolor. Pero recuerda que si me apuñalas con un cuchillo y luego me dices que lo sientes, entiende que me dejaste una herida que duele.
Puede demorar mucho tiempo para saner las heridas emocionales. ¿Cuántos de nosotros somos suaves y respetuosos en el trato con las personas que amamos?
Cuando una persona reconoce que está diciendo, haciendo o pensando en algo que sabe que está mal, los que escuchamos debemos responder con gentileza. ¿Cómo sabes que no va a hacer lo mismo en el futuro? ¿Cómo queremos que nos traten a nosotros? Igual como nos tratan? Esta dureza va a destruir tu relación.
Cómo destruir tu relación? No respetes a tu pareja.
Las mentiras destruyen las relaciones porque simplemente destruyen la confianza. Una relación debe tener la confianza. Cada uno tiene que ser capaz de confiar en la otra persona y estar siempre ahí para él o ella.
La honestidad va a ser valorada por los dos. A veces mentimos y queremos no hacer daño a la otra mitad. Pero al final, las mentiras son las puas que están incrustadas en el ataúd de la relación.
Es por eso que debes tener cuidado de criticar, condenar y de no comunicarte de forma profunda con la persona que amas, además cuidate de la falta de delicadeza y de mentir.
Las buenas relaciones que son satisfactorias y felices en el tiempo requieren de trabajo.
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