Entiendo cuántas personas no pueden dormir después de una ruptura. Esa es una de las razones por las que dediqué mucho tiempo y esfuerzo a investigar cómo dormir mejor. A continuación, te hablo sobre algunos de los descubrimientos más interesantes y útiles hasta ahora.
Por qué no puedes dormir después de una ruptura.
Si hay un factor que influye en la capacidad o incapacidad para dormir, es el estrés. De hecho, estudios demuestran que el estrés es una de las principales causas de insomnio en todo el mundo. Cuando sentimos estrés, nuestro cuerpo experimenta tensión emocional o física, denominada hiperactivación.
Después de una ruptura, el estrés tiende a provenir de tres fuentes: cambios forzados en el estilo de vida, miedo a un futuro incierto y un anhelo ocasional (o en algunos casos frecuente) de reconciliación. Y el estrés en sí viene en dos formas:
– Estrés agudo: Una forma intermitente de estrés. A veces persiste; otras veces, disminuye o desaparece por completo. La mayoría lo sentimos y la mayoría lo superamos.
– Estrés crónico: Una forma de estrés que dura más tiempo. El peligro de este tipo de estrés es que uno puede acostumbrarse tanto a él que ni siquiera se da cuenta de que lo padece. Peor aún, si no encuentras la manera de controlarlo, puede provocar graves problemas de salud como depresión, obesidad, ansiedad, diabetes y enfermedades cardíacas.
Es probable que estés sufriendo uno o ambos tipos de estrés en este momento, y eso es lo que te está causando problemas de sueño. Afortunadamente, las siguientes soluciones podrían ayudarte.
Soluciones para cuando no puedes dormir después de una ruptura.
La siguiente lista no es exhaustiva. Existen innumerables soluciones para dormir mejor: Terapias energéticas, aceites esenciales, quiropráctica, terapia Bowens, una higiene del sueño adecuada, etc. Si estas cosas te funcionan, genial.
1. Haz ejercicio antes de acostarte.
Se ha demostrado en numerosas ocasiones que hacer ejercicio antes de acostarse mejora la calidad general del sueño. De hecho, hacer ejercicio antes de acostarse no solo mejora el sueño. Mejora el estado de ánimo, aumenta la productividad y la ansiedad, y, con el paso de los meses y años, incluso mejora la calidad de vida.
Lo mejor es que tus ejercicios nocturnos no tienen por qué ser nada sofisticados. Correr, dar largos paseos por el bosque, levantar pesas ligeras y hacer ejercicios aeróbicos te ayudarán cuando no puedas dormir después de una ruptura.
Si ya eres una persona activa con regularidad, no dudes en aumentar la frecuencia o la dificultad de tus ejercicios. De hecho, te animo a que lo hagas. Personas mucho más inteligentes que yo demostraron que cuanto más riguroso sea tu ejercicio nocturno, mejor dormirás.
2. Haz la respiración 4-7-8.
Si bien existen muchas técnicas de respiración diferentes, la que mejor funciona cuando no se puede dormir después de una ruptura es la técnica 4-7-8. Si bien es cierto que se desarrolló para reducir la ansiedad, funciona igual de bien para disminuir el tiempo de vigilia en mitad de la noche.
Aquí te explicamos cómo hacerlo:
– Siéntate en un lugar cómodo. Mantén la espalda recta, dejando que el aire circule naturalmente.
– Inhala por la boca durante 4 segundos. Asegúrate de colocar suavemente la lengua en la parte superior de la boca, justo delante de los dientes. Además, mantén el abdomen bajo control. Debe ser el abdomen el que se expanda, no el pecho.
– Aguanta la respiración durante 7 segundos.
– Exhala por la boca durante 8 segundos. Asegúrate de fruncir los labios al hacerlo. Y al igual que al inhalar, es el abdomen el que debe contraerse, no el pecho.
– Repite el ejercicio de 3 a 10 veces un par de minutos antes de acostarte.
3. Practica la meditación.
La meditación es la práctica de observarse a uno mismo en silencio. Puedes practicarla prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento, y no necesitas ningún equipo ni software sofisticado para lograrlo.
Aunque hay muchas maneras de empezar, prefiero el método zen sin rodeos. Siéntate, con la espalda recta, los ojos cerrados y concéntrate en la respiración. Inhala a tu ritmo habitual por la nariz y exhala por la boca. Recuerda tu nombre antes de nacer.
Cuando un pensamiento perturbe tu quietud, no lo juzgues ni te aferres a él. Simplemente déjalo estar ahí y, con suavidad, vuelve a concentrarte en tu respiración. Así de simple.
Pero sobre todo, no seas duro contigo mismo(a). La meditación es difícil. Probablemente no aguantes ni dos respiraciones la primera vez antes de que un pensamiento interrumpa tu proceso. No pasa nada. Déjalo ir y vuelve a intentarlo.
4. Aprovechar el Qi-Gong.
El qigong es otra joya que puedes probar cuando no puedes dormir después de una ruptura. Es un antiguo sistema chino de ejercicios físicos y control de la respiración. Piensa en ello como meditación, pero con movimiento.
He encontrado estudios que abarcan desde 1964 hasta años recientes, todos reportando los numerosos beneficios del qigong para la salud física, mental y emocional. Los más mencionados son la reducción del estrés, la presión arterial, la ansiedad y, por supuesto, un mejor sueño.
Sin embargo, a pesar de la enorme cantidad de estudios sobre los efectos positivos del qigong, cabe destacar que la mayoría se realizaron con grupos de prueba pequeños. Por lo tanto, probablemente sean algo inexactos.
5. Experimenta con música para dormir.
La música para dormir es un género musical de ritmo lento y ambiente relajante. Suele estar repleta de ruido ambiental, estática, y sonidos de la naturaleza. A diferencia de la otra solución, la música para dormir es la menos probada. Así que tómate su eficacia con pinzas.
Por otra parte, a la mayoría de mis lectores les funciona bien. De hecho, todavía uso música para dormir para conciliar el sueño después de un día difícil en el trabajo. No recuerdo un momento en el que no me sintiera más relajado después de escucharla.
6. Cambia tu dieta para mejor.
Otra forma en que muchas personas lidian con la incapacidad de dormir después de una ruptura es eliminando o limitando drásticamente los alimentos ricos en grasas y azúcares, fritos y procesados. Por ejemplo, dulces como el chocolate con leche, el pan, la pasta, la comida rápida y similares.
Los efectos de este cambio de estilo de vida van más allá de las rupturas. Está comprobado que eliminar o limitar la comida chatarra ayuda a construir una base emocional más sólida. Esto significa que no tendrás bajones extremos de tristeza o ira, ni saltos bruscos de euforia. Serás una persona más equilibrada.