En muchos sentidos, la felicidad es un regalo inesperado, algo para disfrutar cuando se trabaja en ello. Es difícil simplemente decidir ser feliz, aunque el pensar de forma positiva tiene beneficios probados y comprobados. Como tienes poco control sobre tus propias emociones durante las tormentas y turbulencias de la vida, tenemos incluso menos control sobre la felicidad de nuestra familia o matrimonio, donde participa más de una persona.
Dicho esto, aunque ninguno de nosotros puede garantizar el mantener un matrimonio feliz en nuestras vidas, podemos hacer mucho para crear un entorno en el que pueda florecer un matrimonio feliz. Aquí hay algunos consejos sencillos para ayudarte a mantener un matrimonio feliz.
1. El ser positivo es fundamental.
Si tienes problemas para reconocer las muchas razones para ser positivo y agradecido, has lo que se llama una «lista de gratitud». Siéntate y escribe una lista de todas las cosas por las que eres una persona agradecida, empezando por tu salud, el techo sobre tu cabeza, tu matrimonio, y cualquier otra cosa que se te ocurra. No debería ser demasiado difícil hacer una lista de todas las cosas buenas de tu vida.
2. Haz tus tareas.
Si compartes los quehaceres del hogar, asegúrate de estar haciendo la mitad del trabajo. Si no puedes resolver eso, siéntate con tu cónyuge y dividan las tareas. Una buena manera de dividirla es hacer listas de los trabajos que a cada uno de ustedes les desagrada más. ¿Tu esposa odia lavar la ropa más que cualquier otra tarea doméstica? Entonces tal vez deberías hacerlo tu. Pídele que limpie el inodoro, si ese es lo que él más odia. Trabajen juntos para dividir sus trabajos.
3. Presta atención a tu cuerpo.
Esto puede parecer un poco confuso al principio, pero no lo es. Cuídate. Haz algo de ejercicio, come bien, ve al médico y al dentista para tus chequeos, vístete bien, córtate el pelo, etc. Un poco de autocuidado es vital para mantener un matrimonio feliz. Si no quieres hacer el esfuerzo para cuidar de ti, ¿cómo puedes esperar que otro ser humano lo haga?
4. Presta atención a tu cerebro.
Todos somos personas interesantes, pero muchos de nosotros nos olvidamos de usar nuestra imaginación y ejercitar nuestros cerebros una vez que entramos en la rutina del matrimonio. No descuides tu intelecto.
Lee un libro de vez en cuando. Ten una cita con tu cónyuge para un cine, luego tomen un café y hablen. Hagan un viaje interesante. Mantén tu mente activa y automáticamente serás una persona más interesante y atractiva para tu cónyuge, sin mencionar a tus otras amistades y familiares.
5. Fijate en tus propios sentimientos.
El matrimonio es una relación íntima, y la intimidad significa compartir con tu pareja. No ocultes tus emociones, ni a ti mismo ni a tu cónyuge. Algunas personas necesitan aprender el vocabulario emocional básico para nombrar sus diversos y confusos sentimientos. Si eres tú una de esas personas, si solo conoces tres emociones y son estár feliz, triste y enojado, tómate un tiempo para aprender otras.
No te obsesiones con tus emociones, pero ten cuidado con esos sentimientos, y no tengas miedo de expresarlas. Dale a tus sentimientos el respeto que merecen. Si los entierras, ocultándolos de ti mismo y de los demás, volverán a causar problemas en el futuro.
6. Presta atención a tu cónyuge.
Nuevamente, esto parece obvio, pero muchas personas casadas lo pasan por alto. Recuerda los cumpleaños y aniversarios, o, si necesitas ayuda, establece una advertencia en el calendario de tu teléfono para que te avise cuando lleguen los días importantes. Interesate más en tu pareja: pregúntale sobre su día.
No llames a tu cónyuge para preguntarle qué hay en el correo hoy; pregunta cómo está. Díle a tu pareja que la amas, y dilo con frecuencia. Es bueno que lo escuche y es bueno que lo diga también. Estar casado es una de las mejores cosas de la vida, y es bueno recordártelo a ti mismo.
7. No intentes controlar a tu cónyuge.
Estás casado con una persona completamente separada de ti. No puedes ni debes tratar de controlar a esta persona, porque eso solo termina en frustración y desamor. No esperes que tu esposo, o esposa vea automáticamente las cosas de la manera en que lo haces tu, o que automáticamente haga lo que quieras.
Acepta eso para mantener un matrimonio feliz. Cuanto más esperes poder controlar a tu pareja más decepcionada estará cuando falle, y eso convertirá a tu pareja en una persona infeliz, y poco atractiva. Deja que tu cónyuge sea quien es.
Incluso si crees que está cometiendo un error, dale el respeto y la dignidad para resolverlo por sí mismo. A menos que te pida específicamente que tu resuelvas el problema, que lo resuelva tu pareja. Tráta a tu pareja como un adulto, no como un niño.
8. La honestidad por encima de todo.
Di la verdad. No escondas tus pensamientos, sentimientos o sueños de tu cónyuge. No mientas sobre las malas noticias. Recuerda que la intimidad, sin mencionar «para bien o para mal», significa compartir tu verdadero yo con tu cónyuge, no una versión tuya cuidadosamente diseñada que puedas presumir en las redes sociales para impresionar a los extraños.
9. Aprende a comunicarte en el matrimonio.
La comunicación es engañosa. Si algo te molesta en tu matrimonio, por favor hazlo saber. Pero recuerda este buen consejo: puedes decirle lo que quieras a tu cónyuge, solo una vez, si luego vas a dejar el tema. Después de eso se convierte en «regaño», que cae dentro de la categoría anterior de tratar de controlar a tu pareja.
Comparte tus sentimientos con tu cónyuge, tus triunfos y tus tragedias. Díle cómo te fueron las cosas en el trabajo, pero no continúes y sigas y sigas. Si quieres que te ayude a resolver un problema, se claro y pide ayuda. Si no quieres su ayuda, pero solo quiere que te escuche con comprensión, dílselo también.
Ninguna de estas cosas garantiza mantener un matrimonio feliz y exitoso. Pero son los ingredientes que necesitas conocer y hacer para crear la mejor oportunidad para que tengas una relación feliz, que continuará creciendo y floreciendo.