El día de la madre, uno de sus tres hijas se presentó en casa con un regalo inesperado y misterioso.
Desde el principio, implicado, pensamiento que eran un par de lentes, pero cuando abrió en presencia de ella, los otros dos aún no habían alcanzado la comida familiar, casi se cae de la conmoción. Su niña de año 19 había dado un par de bolas chinas vista muy agradable, aunque no mirarlos.
La muchacha le dijo que no podía entender por qué poner esa cara, porque ella, su madre, aún no había cumplido los 50 y que iban a venir muy bien para ejercitar los músculos de la parte y, a continuación, evitar estos problemas tan avergonzados que tienen las señoras mayores.
Bola, por supuesto, fueron el tema de conversación de cuatro mujeres durante la comida, sobre todo, porque la madre estaba pensando todavía por qué su hija había hecho ese regalo. ¿Es tonto o no querer llegar a un acuerdo sobre el uso que le había dado al dispositivo de años? Porque cuando eran jóvenes, hace veinte años, ella salía tan fresco con sus bolas colocadas y su falda a caminar por la calle del viento así da gusto ver sabor que le dio el balón.