Las relaciones pueden ser desordenadas. Eso es conocimiento prácticamente común para cualquiera en este momento. No siempre va a haber sol y flores cuando se trata de enamorarse. Puede imponerse el dolor muchas veces. De hecho, muchas relaciones nunca tienen ese final de cuento de hadas que tanto pregonan.
Una cosa es segura, cuando vuelves con tu ex, nunca es lo mismo. Ambos emergen como dos personas completamente diferentes en comparación con lo que eran antes. Tienes la experiencia y has aprendido nuevas cosas sobre los demás, y sobre las relaciones en general.
Todo es una experiencia de aprendizaje en este mundo. Tomamos nuestra mala experiencia y extraemos todas las lecciones que podamos de esas experiencias para seguir adelante en la vida.
Aquí quiero decirte algunas cosas que aprendes cuando vuelves con tu ex:
Debes tener la disposición de cambiar
Si no vas a cambiar las cosas malas sobre la última vez que estuviste con tu pareja, entonces nunca vas a hacer que las cosas funcionen. Tienes que estar dispuesto a hacer algunos compromisos. Cambia algunos de tus hábitos como pareja, y haz ajustes para adaptarte a las preferencias de los demás. Para que las cosas funcionen mejor esta vez, no puedes permitirte el lujo de hacer todas las cosas que solías hacer en pareja.
Debes entender que las relaciones no son una calle de unica via.
Las personas egoístas se encontrarán perdidas en lo que respecta a las relaciones. ¡Las relaciones nunca pueden funcionar cuando siempre solo eres tu! ¡tu! ¡tu!. Por muy cliché que suene, realmente se necesitan dos para bailar una salsa, o cualquier baile, y nunca querrás bailar la canción equivocada.
Comprende que estás en una relación que consiste de DOS personas que pueden tener diferencias. Debes saber que no está solo, o sola en esto y que no puedes permitirte ser egoísta si quiere hacer que las cosas funcionen esta vez. Prepara el camino para que crezcan y prosperen como dos personas que están en una relación ÚNICA.
Juzga tu relación desde adentro, no de afuera.
Si siempre vas a medir el éxito de tu relación según el aspecto de las otras parejas, eso también será un problema. No existe dos relaciones iguales. Cada una trae su propia receta especial a la mesa, y siempre va a ver desastres. La clave está en organizar esos desastres en algo que funcione; en algo que sea de aprendisaje.
Si no estás mirando hacia adentro para descubrir dónde están funcionando las cosas o dónde van las cosas mal, entonces no están hechos para estar juntos. Deja de juzgar el éxito de tu relación en función de cómo se vean otras relaciones desde el exterior.
Las acciones y las palabras van de la mano.
No se trata solo de palabras y dulces cosas cuando intentas ganar el corazón de alguien. Los gestos pueden recorrer un largo camino para mostrarle a alguien que amas y aprecias. No tienen que ser grandes gestos. Simplemente tienen que ser significativos y hechos con sinceridad.
Crecer juntos significa tiempos más difíciles por delante.
A medida que envejeces como persona, surgen nuevos desafíos. Asumes más responsabilidades y tienes que reconocerlas. Lo mismo puede decirse de las parejas. Cuanto más tiempo permanezcas juntos, más difíciles serán los desafíos. Como adultos maduros, deben poder trabajar juntos a pesar de sus diferencias para superar estos desafíos como pareja.
Si las cosas no van a ser, entonces simplemente no va a ser.
Esta es la triste verdad que nadie quiere escuchar jamás. A veces, no importa cuánto estés dispuesto a trabajar para ello, las cosas simplemente no están destinadas a ser. Lo mejor que puedes hacer es sacudir la mano, y decir que has hecho todo lo posible. Sigue adelante y trata de mantener una actitud positiva.