Si te acaban de dejar, conoces el dolor. Es como si te hicieran un tratamiento de conducto en el corazón y en las emociones. Esta compleja miseria combina notas de traición, abandono y soledad. Deseas saber desesperadamente qué hacer.

La intensidad del sufrimiento interno hace que la mayoría de las personas tengan una respuesta de lucha o huida hacia la persona que ha roto con ellas. Una respuesta así suele ser intentar recuperar a esa persona por cualquier medio necesario, sin importar nada.

Si alguien que estaba en una relación romántica contigo ya no quiere seguir en esa relación, es fundamental entender cómo lograr que lo reconsidere. Las personas reaccionan ante el abandono rogando o suplicando que la otra persona se quede.

El problema con ese enfoque es que no hace nada para que la otra persona realmente quiera hacerlo. Suplicarle que se quede es puramente egoísta. Quien ruega básicamente está diciendo: «Quédate porque quiero que te quedes».

No es algo que puedas convencer ni obligar.

Responder con llanto, enojo y/o súplicas aleja aún más a la persona porque básicamente equivale a un chantaje emocional. Aunque probablemente no te des cuenta, estás intentando lograr que haga algo que no quiere hacer sólo porque tú quieres que lo haga.

Aunque no te des cuenta por el dolor, la respuesta de rogar, suplicar, llorar, etc., es muy parecida a la de un niño que le ruega a sus padres por un juguete. El padre dice “no”, pero el niño continúa suplicando, llorando e incluso teniendo un ataque de ira.

Si tu futuro ex novio o ex novia te dice que quiere terminar contigo, pero después de que lloras, le ruegas, le suplicas y le haces un berrinche, decide volver contigo, ¿De verdad crees que fue porque así lo quería?

Su mente no cambió, pero tampoco su corazón cambió. La triste realidad es que probablemente simplemente formulará una mejor estrategia de salida. Quizás esta vez no te lo diga en persona, sino que te envíe un mensaje de texto e ignore por completo cualquier respuesta que des. Esas cosas son probables.

Renuncia al momento por tu futuro.

La respuesta de súplica, de intentar debatir para salir de la ruptura, y cualquier otra comunicación que intente lograr una reunión instantánea está destinada al fracaso. Lo que quieres es que esta persona se sienta como cuando quería estar contigo.

Ese deseo no surgió de la noche a la mañana. Les tomó tiempo conocerse y estrechar lazos. Pero incluso en ese caso, estamos comparando manzanas con naranjas hasta cierto punto porque tu relación ha moldeado y dado forma a lo que esta persona siente por ti.

Nunca volverá a ser lo mismo que antes y eso es bueno. Quieres que la relación sea más madura, culta y más fuerte después de un tiempo juntos. Así que volver atrás no es una opción.

En este punto, tu aspirante a ex quiere terminar la relación, pero eso no significa que nunca cambiará de opinión. La posibilidad de que cambie de opinión depende de tres cosas que, al menos en gran medida, dependen de ti. Esas cosas son:

1. Tu respuesta inicial a la ruptura.

¿Qué aprenderá esta persona sobre ti a partir de tu respuesta? ¿Verá fuerza o inmadurez? ¿Comprensión o egoísmo? Si reaccionas mal ante la ruptura, no solo degradas los sentimientos de respeto y atracción, sino que también perjudicas la consideración futura.

Si tu ex más adelante comienza a pensar que podría querer volver contigo, lo último que quieres que piense es: «Pero si lo hago y no funciona, tendré que pasar por tanto drama y molestia si vuelvo a romper con él o ella». Al comportarte mal durante la ruptura, disuades a tu ex de darle otra oportunidad a la relación en el futuro.

2. Si aceptas la ruptura o no.

Si no aceptas sus deseos y, en cambio, molestas con mensajes de texto, llamadas, correos electrónicos y apareciendo sin avisar en su casa, no le das la oportunidad de experimentar la ruptura para ver si eso es lo que realmente quiere.

Si crees que fuiste una buena novia o un buen novio, entonces deja que la relación hable por sí sola. Déjale ver cómo es no saber de ti, no verte, no pasar noches divertidas contigo, no estar físicamente contigo y estar sin las otras experiencias de tenerte.

Pero no sabrá que quiere volver si no les permites irse. Sé que será difícil, pero también sé que la relación vale la pena soportar algunas dificultades. Considera esto como una inversión en el futuro de tu relación con esta persona.

3. En qué te conviertes después de la ruptura.

Tu ex perdió atracción por ti de alguna forma. Sin embargo, es atractivo cuando una persona tiene confianza en sí misma, tiene ambición, tiene amigos y disfruta de la vida. Si trabajas en ti después de la ruptura, le demuestras a tu ex que has crecido.

Esto le permitirá ver que con quien terminó y quien eres ahora son dos personas diferentes. Aunque sigues siendo tú, eres una mejor versión de ti mismo(a).

Debes dejar que se retire.

Será difícil y doloroso, pero si quieres tener la mayor posibilidad de que tu ex quiera volver contigo, debes hacerlo. Esto significa que no debes intentar contactar. No le preguntas: “¿Ya todo pasó quieres regresar?” Y no le digas que has crecido, mejorado o cambiado.

Tu ausencia sumada a tu mejora personal NO pasará desapercibida. Es muy probable que tu ex empiece a preguntarse por qué no le has contactado. Esto despertará curiosidad. Se preguntarán qué estás haciendo y con quién lo estás haciendo.

Éste es uno de los muchos sentimientos que experimentará cuando realmente se viva la ruptura. Espera que esto tome algún tiempo. Es posible que tu ex quiera volver contigo durante mucho tiempo antes de hacer algo al respecto, especialmente si reaccionaste mal a la noticia de que te dejara.

Apuesta por ti y que tu ausencia será algo que le permitirá ver lo que ha perdido. De esa manera, le das la vuelta a la situación y él o ella siente la ansiedad por la separación, el dolor y la pérdida que tú sentiste cuando termino la relación.