Es totalmente normal tener desacuerdos con tu pareja. No importa cuánto se amen, no van a estar de acuerdo en todo todo el tiempo. Pero, ¿Cómo hacer las paces después?

Hablamos con expertos en psicología y comunicación para descubrir las mejores cosas que puedes hacer para reconciliarte con tu pareja después de una pelea, recuperar el amor y comenzar a reconstruir tu relación.

1. Llegar a un acuerdo mutuo para poner fin a la pelea.

Reúnanse y acuerden poner fin a la discusión. Guardar rencor o dejar que la discusión se prolongue hasta el día siguiente solo empeorará la situación. En lugar de eso, lleguen a un acuerdo para comenzar el proceso de reconciliación y buscar soluciones para que ambos puedan comenzar a sanar.

«Si no vas a llegar a ninguna parte, déjalo a un lado, haz las otras cosas que tengas que hacer y luego vuelve a ello».

2. Reconoce tu papel en la discusión.

No importa de qué se trate la pelea, para bailar el tango se necesitan dos. Sé humilde y admite en qué te equivocaste. Concéntrate solo en tu comportamiento, no en lo que tu pareja haya dicho o hecho. Por ejemplo, si le gritaste a tu pareja y le hablaste sin escucharla, podrías decirle:

«Hice suposiciones y saqué conclusiones apresuradas sin escucharte y eso estuvo mal de mi parte. Lo siento». «Reconoce tus sentimientos y cualquier acción de tu parte que pueda haber provocado esos sentimientos».

3. Toma medidas para calmarte si es necesario.

Si todavía te sientes enojado(a) y alterado, no hay problema. Estas emociones pueden tardar un tiempo en resolverse, pero no vas a estar listo para reconciliarte si aún estás hirviendo bajo la superficie. Puedes intentar ejercicios de respiración profunda o escribir un diario para calmarte y controlar tus sentimientos.

Llevar un diario también puede ayudarte a descubrir el verdadero motivo de la pelea. Cada persona necesita un tiempo distinto para calmarse, ¡y eso está bien! Si tu pareja quiere hablar y tú no, simplemente dile algo como: «No te estoy ignorando. Solo necesito más tiempo para calmarme. Hablaremos pronto».

4. Prioriza la relación por encima de tus sentimientos personales.

En tu relación, tienes a tu pareja, a ti y a una tercera entidad: Que es la relación en sí. Para poner fin a la pelea, reconoce que la relación es más importante que los sentimientos individuales de ti o de tu pareja.

No se trata de que uno de los dos tenga razón y el otro no, sino de lo que ambos pueden hacer juntos para proteger su relación. Recuerda que ambos están en el mismo equipo y trabajan juntos para encontrar una solución. «El primer paso es renunciar a la necesidad de tener razón. Porque aunque en tu corazón sabes que tienes toda la razón, no es así».

5. Discúlpate por cualquier cosa que hayas hecho mal.

Muéstrale a tu pareja que entiendes lo que hiciste y cómo le afectó. Cuando reconoces sus sentimientos, demuestras empatía. Ofrécele una disculpa genuina y dile cómo evitarás que vuelva a suceder en el futuro. Por ejemplo, podrías decirle: «Lamento haberte gritado. Eso fue muy cruel.

Si vuelvo a sentirme cono enojo, pediré un tiempo de descanso en lugar de desquitarme contigo». «Si te arrepientes de tus acciones, discúlpate por ellas. Si no te arrepientes de tus acciones, discúlpate porque tus acciones hicieron que [tu pareja] se sintiera así, porque esa no era tu intención».

6. Perdona a tu pareja por cualquier cosa que haya hecho mal.

El perdón es un proceso que puede no ocurrir de golpe, pero comienza diciéndole a tu pareja que la perdonas y que lo dices en serio. Deja la discusión y todo lo que haya sucedido durante ella en el pasado. Poner fin a una discusión significa no guardar rencor ni volver a sacar el tema a relucir si tu pareja hace algo diferente que te molesta.

Perdonar no significa que vas a olvidar lo que pasó o que lo que hizo tu pareja no importa. Es una manera de liberar tus emociones negativas y elegir un nuevo comienzo. Es importante que tu pareja también esté dispuesta a perdonarte.

Cómo reconciliarte con tu pareja…

1. Pasen algún tiempo separados el uno del otro si lo necesitan.

Si fue una pelea particularmente fuerte, pasar un tiempo separados puede ayudarlos a aclarar sus ideas y comenzar a recordar todo lo que aman el uno del otro. Fijen una fecha para volver a estar juntos y hablar después de haber pasado un tiempo separados. Por ejemplo, si viven juntos, podrían ir a visitar a familiares o amigos durante un fin de semana y luego sentarse a conversar cuando regresen el domingo por la tarde.

2. Establece límites para la discusión con tu pareja.

Puede resultar complicado iniciar una conversación sobre el mismo tema por el que discutieron sin volver a hablar de ello. Si establecen límites y reglas básicas, les resultará más fácil tener una conversación racional y positiva sin herirse mutuamente.

Por ejemplo, pueden acordar que ninguno de los dos levantará la voz ni se insultará. Si las cosas vuelven a ponerse tensas, tómense un descanso y vuelvan a intentarlo más tarde. «Los límites saludables implican conocer nuestras necesidades, comunicarlas de manera efectiva e intentar respetar las necesidades de nuestra pareja».

3. Escucha a tu pareja abierta y activamente.

Mientras tu pareja habla de sus pensamientos y sentimientos, escúchala atentamente sin interrumpirla ni hablarle por encima. No se trata de tener razón ni de demostrarle que se equivoca. Las discusiones suelen comenzar porque uno (o ambos) no se siente escuchado(a) o comprendido(a), así que ahora «vas a escuchar a tu pareja».

4. Ofrece apoyo emocional y validación a tu pareja.

Si tu pareja se siente escuchada, ambos podrán llegar a comprenderse y acercarse. El proceso comienza reconociendo cómo se siente sin juzgar ni desestimar sus sentimientos. Hazle saber que tiene derecho a sentirse como se siente. Lo único que importa es cómo se siente tu pareja con lo que dijiste o hiciste.

Esto te ayuda a «tener una comprensión más profunda e íntima de la otra persona». Esto puede ser difícil porque probablemente nunca tuviste la intención de lastimar o molestar a tu pareja. Si bien puede ser duro escuchar que lo hiciste, esto ayuda a que ambos aprendan cómo evitar lastimarse mutuamente en el futuro.

5. Encuentra un terreno común sobre el cual puedas construir.

Después de que ambos hayan tenido la oportunidad de compartir sus pensamientos y sentimientos, comiencen con aquello en lo que ambos están de acuerdo y sigan a partir de ahí. Si les cuesta encontrar algo en lo que ambos estén de acuerdo en esta discusión en particular, recuerden que ambos se aman. Ese puede ser el punto en común por el que empezar, si no tienen nada más.

«Lo más importante es que compartan valores para que estén del mismo lado, si tienen los mismos valores y pueden confiar unos en otros, «eso cuenta más que cualquier otra cosa».