Resulta que hay muchísima gente preguntando todo tipo de cosas sobre sus ex y sus historias en sus redes sociales. Así que hoy me gustaría mostrarte seis de las razones más comunes por las que tu ex de repente dejaría de ver tus historias…

Empecemos…

1) El ciclo de retroalimentación negativa.

Para entender esto, primero debes aceptar el hecho de que la ira a nos hace sentir mejor, lo cual es un tanto extraño. La ira puede verse como un atajo hacia el autoempoderamiento. No solo puede ayudarte a defenderte del dolor emocional, sino que también puede contrarrestar los sentimientos inmediatos de impotencia”.

Hay muchas maneras en que la ira logra esto.

Puede ayudarte a conseguir lo que quieres intimidando a los demás.
Ayuda en las negociaciones.
Y si se finge claramente, puede energizar tu sistema, mejorando el vigor de tus acciones.
Puede hacer que alguien te preste más atención, aunque tal contundencia puede asustar y alejar.
También puede ayudarle a protestar contra injusticias u obstáculos percibidos.
Todos estos son beneficios de la ira.

En la sociedad interconectada de hoy, una ruptura puede llevar a que una de las partes se presente como víctima en las redes sociales. Incluso si tu ex fue quien inició la ruptura, es posible que se enoje contigo. Mirará tus historias, se enojará, se sentirá mejor, dejará de mirar y volverá a empezar. Este ciclo se repite sin fin.

2) Evitar la tentación.

Después de una ruptura, suele quedar una conexión emocional persistente, y ver la vida cotidiana de una ex pareja puede despertar viejos sentimientos y recuerdos. Es posible que esté tratando de resistir la tentación de acercarse o reavivar la relación, especialmente si cree que reconectarse podría no ser lo mejor para ambas partes.

Al no ver tus historias, crea una barrera protectora para sí mismo, asegurándose de no dejarse llevar por la nostalgia o las emociones momentáneas.

Este acto de autoconservación puede ser crucial para quienes realmente están intentando avanzar y establecer nuevos límites en sus vidas. Es un esfuerzo consciente por priorizar el bienestar emocional y evitar volver a caer en los patrones que llevaron al final de la relación en primer lugar.

3) Nuevas relaciones.

Cuando alguien inicia una nueva relación, a menudo existe el deseo de comprometerse plenamente y dar lo mejor de sí a su nueva pareja. Tu ex, que ahora está en una nueva relación, podría concentrarse en generar confianza, comprensión y una base sólida con su pareja actual.

Ver las historias de un ex o una ex puede ser percibido como aferrarse al pasado o no estar completamente presente en la nueva relación. Por respeto a su pareja actual y el vínculo que están formando, podría sentir que no es apropiado vigilar a su ex. Esta decisión también puede surgir del deseo de evitar posibles malentendidos o sentimientos de inseguridad en su nueva relación.

Al no ver tus historias, está demostrando compromiso y asegurándose de que las relaciones pasadas no interfieran con la presente. Es un gesto de respeto hacia su pareja actual y una forma de mantener la claridad y la confianza en su incipiente relación.

4) Es consciente del hecho de que puedes ver.

Bueno, esto implica un poco de psicología inversa y comportamiento pasivo-agresivo, pero es algo que he observado. Muchas personas, suelen centrarse en por qué su ex ve sus historias. Se dan cuenta de que su ex ve todas las historias que publican.

Por eso, se convierte en una preocupación importante cuando su ex deja de verlas de repente. Sin embargo, lo que muchas veces pasan por alto es que su ex sabe que puede verlos viendo las historias. Algunas ex parejas se involucran con las historias y quedan atrapadas en ese ciclo de retroalimentación.

Pero también hay un elemento de que ellos interactúan repetidamente, sabiendo que ves su interacción, y luego se detienen abruptamente. Esta puede ser una táctica para hacerte sentir que ha perdido el interés en ti. Este comportamiento puede verse exacerbado durante estrategias como la regla de no contacto.

Si estás empleando una estrategia de no contacto y tu ex, después de haber intentado comunicarse contigo sin obtener respuesta, podría recurrir a estas tácticas pasivo-agresivas para incitarte a romper el silencio o buscar alguna forma de venganza.

5) Monitoreo para ver si estás con otra persona.

Esta razón es probablemente más común de lo que crees, especialmente después de una ruptura. Básicamente, tu ex está mirando tus historias por curiosidad sobre tus actividades. Los estudios muestran de manera consistente que el acoso en Facebook después de una ruptura ocurre en un 88 %.

Esto sugiere que hay casi un 90% de probabilidades de que tu ex te espíe a través de las redes sociales. Con la introducción de las historias, ahora puedes identificar quién te está mirando, lo cual es una característica interesante, pero también puede volverse adictiva.

Si estás implementando la regla de no contacto y manteniendo un silencio absoluto, tu ex podría sentir ansiedad. Puede tener miedo de que sigas adelante. Esta ansiedad puede hacerle mirar obsesivamente tus historias para determinar si estás saliendo con alguien o no.

6) Consigue lo que buscaba.

Este punto se adentra en el ámbito del narcisismo. No estoy etiquetando a tu ex como una persona narcisista, pero es importante destacar que los narcisistas buscan algo llamado «oferta». Este recurso puede ser admiración o cualquier cosa que eleve la autoestima del narcisista.

Por lo general, un narcisista se comunica contigo cuando siente que su recurso se está agotando y necesita un estímulo. Otra forma de suministro surge después de una ruptura, especialmente después de una separación tumultuosa que podría haber herido el ego de tu ex, posiblemente un ego narcisista.

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Es posible que desee venganza o disfrute al verte en apuros. Es posible que disfrute de tu sufrimiento porque alivia su dolor. Cuando digo que “consiguió lo que buscaba”, me refiero a que sintió satisfacción al presenciar tu dolor después de la ruptura. Es como si un drogadicto se drogara.

Es posible que observes este comportamiento cuando publiques contenido emocional típico de los sentimientos posteriores a una ruptura. Interactúa con dicho contenido y luego lo desconecta abruptamente. Su repentina retirada puede compararse con la de un drogadicto que, tras alcanzar el estado de euforia, se marcha.