Una lucha de poder suele ocurrir cuando ambos miembros de la pareja discrepan y se obstinan en no ceder. Como ya hemos mencionado, llegar a un acuerdo no siempre significa llegar a una resolución.
Recuerda que ganar la pelea no es el objetivo final y que las discusiones son normales en todas las relaciones. Otra medida desesperada tiene que ver con la lucha de poder entre tú y tu pareja. Se relaciona con los celos, y generalmente, las luchas de poder provienen del egoísmo y los celos.
En nuestra opinión, este es un comportamiento infantil cuando no se llega a ningún acuerdo. Esto solo ocurre cuando ambos miembros de la pareja son egoístas y es señal de una relación débil. Por lo general, cuando hay una lucha de poder, no hay un ganador. Este tipo de discusiones tienden a fluir en círculos.
Un gran ejemplo sería el siguiente:
Pareja 1: “¿Por qué no sacaste la basura?”
pareja 2: “¿Por qué no sacaste la basura?”
Respuesta 1: “Estaba con tanto trabajo”.
respuesta 2: “Yo también estaba con mucho trabajo”.
Esta discusión no lleva a nada. Discutirán durante horas por la basura, en lugar de admitir la culpa y simplemente sacarla. Si la respuesta de ambos hubiera sido distinta, simplemente no habría discusión.
En cambio, ambas partes optan por no asumir la culpa de un problema determinado, lo que genera un vacío interminable de discusiones repetitivas. Con el tiempo, uno de los miembros de la pareja sentirá que discuten constantemente por lo mismo, lo que podría llevar a una ruptura.
¿Cómo ganar una lucha de poder?
Ganar la lucha de poder no es realmente ganar, sino perderla. En lugar de discutir sin parar, acepta la derrota, discúlpate y soluciona el problema. Esto no solo le hará ver a tu ex que quieres buscar soluciones, sino que incluso podría enseñarle nuevas formas de resolver conflictos.
Una vez que tu ex aprenda que disculparse y aceptar nuestros errores, solucionarlos y seguir adelante es mucho más fácil que quejarse por algo, también comenzará a hacerlo. La puerta a una comunicación abierta y efectiva se vuelve mucho más fácil, lo que a su vez conduce a una mayor intimidad.
Ahí lo tienes, no intentes ganar la lucha de poder discutiendo más que tu pareja; mejor, admítelo, arréglalo y sigue adelante. No solo te ahorrarás tiempo, sudor y lágrimas, sino que no tendrás que disculparte tanto después de peleas más fuertes, ya que ya no ocurrirán con tanta frecuencia.
Piensa en algo fresco, tranquilo y sereno.
Puede parecer simple, pero cuando llega el momento y la presión aumenta, puede resultar difícil mantener la calma y la serenidad. Pero mantén la calma. Cualquier arrebato, ya sea en persona o por teléfono, le dará a tu ex una razón más para alejarse lo más posible de ti.
Cuando te enfrentas a una situación en la que puede resultar difícil mantener la calma, hay muchas cosas que puedes hacer para permanecer con la frescura de un pepino. Debes hacer lo siguiente:
1. Un vaso medio lleno.
A menudo, los problemas que tenemos con nuestras parejas ni siquiera son sus problemas, sino nuestros. Vemos problemas con nuestras parejas que queremos solucionar, no porque sean problemáticas en absoluto, sino simplemente porque no nos gustan.
Tener una personalidad que ve el vaso medio lleno te dará una perspectiva positiva, incluso en los momentos más sombríos. Detente y piensa en lo que ya has logrado o ganado con tu tiempo y date cuenta que tener un arrebato solo desperdiciará lo que ya has estado construyendo.
Nuestras parejas son quienes son. Claro, podemos cambiar algunos hábitos, pero sus rasgos de personalidad y valores son inamovibles. Considérelo como un vaso medio lleno, no medio vacío. Esto facilitará mucho tu camino en pareja, dejando más espacio para crecer positivamente, en lugar de deteriorarse constantemente.
2. Sé asertivo(a).
Cuando discutimos, muchas veces nos ponemos a la defensiva. Esto no es nada productivo. Cuando alguien se pone a la defensiva, tiende a desviar cualquier pregunta, en lugar de responderla. Cuando no respondes a las preguntas, dejas a tu pareja sin respuesta y la discusión sin una resolución adecuada.
La discusión anterior podría verse también envuelta en la actual, porque nunca se resolvió. Esto continúa, acumulándose hasta que las discusiones se alimentan de eventos pasados. Escucha atentamente cuando tu pareja te haga una pregunta. Mantén la calma y responde a sus preguntas con sinceridad y respeto.
3. Evita los conflictos mientras esté intoxicado(a).
Cuando las personas están intoxicadas, se abre una compuerta de emociones que pueden haber estado reprimidas por un tiempo, pero hagas lo que hagas, evita contárselo a tu pareja. Estar intoxicado(a) es como si nos quitaran el filtro de las emociones.
Cuando estás confundido(a), puedes decir las cosas mal o actuar agresivamente con tu pareja; todas estas son malas maneras de lidiar con los problemas. No sólo eso, sino que a veces podemos decir algo que no queremos decir en el momento, lo que te dejará teniendo que lidiar con nuevos problemas una vez que te recuperes.
4. Prepare una lista antes de…
Esta es una excelente manera de mantener la calma durante una confrontación. Antes de hablar con tu pareja sobre un tema que creas que podría llevar a una confrontación, haz una lista de lo que te gustaría decirle y cómo crees que podría responder.
Asegúrate de escuchar atentamente sus respuestas y preguntas, y siempre que hables, lee tu lista con atención y recuerda el punto que quieres transmitir. Esto le ayudará a mantener tus pensamientos en orden, lo que a su vez te mantendrá con calma durante una confrontación.
Muchas veces nos sentimos frustrados por el constante bombardeo de acusaciones y preguntas, y luego empezamos a irritarnos. Esta preparación le dará a tu mente un respiro para mantenerse más tranquila de lo habitual. ¡Recuerda respirar también!
5. Encuentra un punto común.
Encontrar algo en lo que ambos estén de acuerdo durante una confrontación podría apagar el fuego rápidamente. Puede que no suceda rápidamente, pero si mantienes tu mentalidad centrada en encontrar una solución mutua, es posible que puedas lograrlo.
Mantén la vista puesta en el premio, que no es ganar la discusión, sino trabajar hacia una resolución mutua satisfactoria. No se llegará a una solución si solo discutes para defenderte y defender tu punto de vista.
Una vez que escuches y comprendas el argumento de tu pareja, intenta combinar tu opinión con la de él o ella para llegar a una conclusión que satisfaga a ambas partes. Si sigues estas 5 reglas cuando te encuentres en una confrontación con tu ex o pareja, seguramente saldrás con una resolución satisfactoria.

