A continuación hablaremos de 10 soluciones, sin orden específico. Siéntete libre de comprometerte con todas o solo con las que te resulten más atractivas.

1. Reconoce por qué te obsesionas.

Claro, no puedes dejar de obsesionarte con tu ex porque aún sientes algo por él o ella, es obvio. Pero curiosamente, la cosa va mucho más allá. No eres incapaz de dejar de obsesionarte con él o ella simplemente porque sientes algo por él o ella.

No puedes dejar de obsesionarte porque es a través de esa obsesión que satisfaces una serie de necesidades emocionales que aún no has aprendido (o no te has dado cuenta de que puedes aprender) a satisfacer.

La necesidad de control.
La necesidad de cierre y certeza.
La necesidad de conexión.

2. Considera las consecuencias de tu obsesión.

A veces, considerar las consecuencias de obsesionarte con tu ex puede animarte a dejar de hacerlo tanto. Esa es al menos la esperanza. Aquí tienes tres de las más peligrosas.

Hipertensión.
Rabietas.
Ansiedad crónica.
Comportamientos tontos, como acosar o buscar su aprobación.

3. Pon en orden lo básico.

Sé que no tiene mucho sentido, pero créeme. Cuida lo siguiente y te obsesionarás menos con tu ex, te lo prometo.

Procura dormir de 7 a 9 horas cada noche con una rutina constante. Mantén tu habitación oscura y a una temperatura de 18 a 21 °C (65 a 70 °F). Reduce el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte de 1 a 2 horas. Usa somníferos naturales como melatonina, magnesio, té de manzanilla o ruido blanco.

Limita las siestas al final del día y evita los estimulantes, las comidas copiosas y el alcohol de 3 a 4 horas antes de dormir. Dieta saludable, haz ejercicios, mantén una buena higiene y preocúpate por tu bienestar.

4. Haz una limpieza digital de tu ex.

Sé que esto será lo más difícil para la mayoría de la gente. Porque una vez borrados, nuestros recuerdos digitales se van para siempre. Pero, ¡Caramba! Tienen que irse. Los recuerdos digitales pueden ir contigo a todas partes y seguirán ahí cuando tu autocontrol flaquee. No quieres eso. Así que, créeme, te agradecerás haberlo hecho.

Empieza con tu teléfono. Borra todos los mensajes que te envió tu ex. Borra toda la conversación. Lo mismo aplica para WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería directa. Bórrelas todas.

5. Haz una limpieza física de tu ex.

Cuando estés en casa, recoge todo lo que te recuerde a tu ex: Cualquier cosa que pueda hacerte obsesionar con él o ella en algún momento. Ropa, cepillos de dientes, comida que haya dejado, adornos que haya comprado o escogido, fotos físicas de ustedes juntos, juguetes sexuales, etc.

Y no te fijes solo en lo visual. Busca cosas que también puedan oler o sonar como tu ex. Velas, sábanas viejas, champús, cualquier música suya que tengas por ahí, etc. Consejo profesional: Cuando hayas terminado con tu casa, dale a tu auto el mismo tratamiento.

6. Prueba con alguna pantalla de televisión.

Trae a tu mente un pensamiento obsesivo y observa cómo te afecta. Ahora, imagina que tienes una pequeña pantalla de televisión frente a ti. Coloca este pensamiento en la pantalla. Luego, experimenta con el pensamiento. Imagínatelo vívidamente. Intenta cambiar su orientación volteándolo boca abajo, de lado o girándolo.

La idea no es deshacerse de este pensamiento (o pensamientos) obsesivo, sino verlo como lo que es: Una imagen inofensiva, pero a menudo vívida. Puede que necesites hacer esto de diez segundos a dos minutos.

7. Simplemente reconoce tu obsesión.

Recuerda tus pensamientos obsesivos perturbadores. Preferiblemente, elige los que ocurren con frecuencia y que más te molestan o alteran. Luego, mantén esos pensamientos en mente y créelos tanto como puedas. Concéntrate en ellos durante varios segundos. Observa cómo te afectan.

Ahora toma esos pensamientos y, delante de ellos, inserta esta frase: “Estoy teniendo pensamientos sobre…” Luego repasa esos pensamientos nuevamente, esta vez con la frase adjunta.

Algunos ejemplos:

Estoy pensando en… ser una mala pareja.
Estoy pensando en… discutir con mi ex.
Estoy pensando en… recuperar a mi ex.

Lo que suele ocurrir con la mayoría de las personas es que se distancian instantáneamente de los pensamientos obsesivos. Esto, a su vez, les ayuda a tomar distancia, observarlos y responder de forma más adecuada.

8. Prueba la técnica de desarme y verificación.

Aquí tienes otra manera de dejar de obsesionarte con tu ex. Cada vez que notes un pensamiento obsesivo, reflexiona y responde a las siguientes preguntas, ya sea mentalmente o con papel:

¿Qué hechos respaldan esta idea? ¿Qué evidencia existente la contradice?
¿Cuál sería el peor resultado posible si este pensamiento fuera cierto?
¿Importará esto dentro de un día? ¿Y dentro de una semana o un mes? ¿Cómo?
¿De qué manera he abordado esta situación antes?
¿Qué estoy dispuesto(a) a aceptar de este acontecimiento o persona?
¿Mis pensamientos me ayudan a afrontar esta situación? ¿O la agravan?
¿Puedo realmente controlar lo que estoy pensando?
¿Además de mí, qué más podría estar afectando esta situación?
¿Qué consejo le daría a un amigo en esta situación?

9. Prueba el truco de la banda elástica.

Cuando te des cuenta de que te obsesionas con tu ex, anota tus pensamientos obsesivos. A continuación, haz una lista de cinco de tus pensamientos más placenteros. Estos pensamientos serán tus defensas contra los pensamientos desagradables y obsesivos. Asegúrate de elegir algo vívido.

Por último, y aquí es donde se pone divertido, ponte una banda elástica alrededor de la muñeca y cada vez que surja un pensamiento obsesivo, tira y suelta la banda elástica.

También ayuda si gritas “STOP” fuertemente mientras haces esto (o en tu mente si hay gente cerca) mientras simultáneamente recuerdas rápidamente uno de los pensamientos placenteros que has elegido previamente.

10. Preocúpate por otras cosas además de tu ex.

El problema con quienes no pueden dejar de obsesionarse con su ex es que suelen convertirlo en la principal o única fuente de significado. Dicho de otro modo, en lugar de diversificar su energía y atención en diversos ámbitos — familia, amigos, salud, ejercicio, trabajo, aficiones, etc.—, lo han volcado todo en su relación romántica.

Y así, están jodidos. Solo les importa su relación. Así que ahora que su relación se acabó, claro, no pueden dejar de obsesionarse con ella. Es lo único que tenían. Necesitas empezar a preocuparte por otras cosas además de tu relación fallecida. Cuanto más, mejor.

No te fuerces a dejar de obsesionarte con tu ex.

Seguramente has notado algo extraño y frustrante: cuanto más intentas dejar de obsesionarte con tu ex, más tiendes a obsesionarte con él o ella. No seas demasiado duro contigo mismo(a). Tómalo con calma, poco a poco.

No empieces a aplicar frenéticamente todas las soluciones de este artículo. De lo contrario, solo te cansarás y empeorarás las cosas. Mejor relájate y ten paciencia. De hecho, la paciencia es la fuerza que impulsa todas las soluciones. Sin ella, ninguna funciona. Con ella, surge la magia…