Perseguir a tu ex después de una ruptura no hace que vuelva. Solo lo aleja y la aleja aún más. Aun así, hay gente que sigue sucumbiendo a la tentación, pensando que funcionará, pensando que su situación es «diferente».

Así que persiguen. Suplican. Intentan todo lo posible para seducir, engatusar o forzar a su ex a volver a su vida. Y todo es en vano. Perseguir a tu ex después de que te dejó es como meter una clavija redonda en un agujero cuadrado, como deslizar la barriga sobre papel de lija.

De hecho, es aún peor. Perseguir a tu ex arruina todos tus esfuerzos por volver a generar atracción.

Quizás aumentaste tu atracción al alejarte unos días en algún momento. Quizás incluso quería escribirte… pero entonces sucedió. Empezaste la persecución.

Le enviaste ese mensaje en un momento de debilidad. Le llamaste en tu peor momento. Y así, destruiste lo que quedaba de tu atracción. Para recuperar a tu ex, primero tienes que dejar que se vaya. Deja de perseguir. Deja de tener contacto. Quizás incluso desintoxicarte de redes sociales .

Te dejó, así que reavivar la relación tiene que ser idea suya, y la mayor parte del esfuerzo tiene que ser de su parte. Sé que esto va en contra de la creencia popular, es decir, que hay que luchar por la pareja, demostrarle cuánto has cambiado o inspirarla a volver.

De hecho, incluso diría que la sabiduría convencional es tóxica. Implica que es correcto luchar por quien te echó. Implica que es correcto anteponer el amor al respeto propio. Implica que solo hay una pareja adecuada para ti.

Esta mierda es completamente errónea. No es sana, no es sensata y, de ninguna manera, conduce a una reconciliación plena. Sé que cada fibra de tu cuerpo quiere acercarse a tu ex, y sé que todos los gurús siguen diciéndote que lo hagas, pero tienes que resistirte.

– No puedes controlar el resultado de tu relación; No puedes controlar a tu ex.
– Lo que se siente bien y como una necesidad no siempre es bueno ni necesario. Y definitivamente no lo es en este caso.
– Los gurús que te dicen que contactes a tu ex (normalmente después de cierto tiempo) son unos estafadores.

Solo te lo dicen porque vende. Ahora bien, el enemigo obvio detrás de por qué no puedes dejar de perseguir a tu ex es el deseo de lograr que regrese contigo, pero la idea es mucho más profunda. Analicémoslo.

– Tienes miedo de que tu ex te olvide.
– Tienes miedo de no encontrar a nadie mejor.
– ¿Crees que tu ex es especial o tu alma gemela?
– Tienes miedo de la incertidumbre que implica la soltería.
– Eres adicto(a) a tu ex y no puedes dejar de extrañarlo(a), obsesionarte y pensar en él o ella.

Probablemente puedas ver cómo ninguna de estas cosas tiene nada que ver con tu ex, sino todo que ver contigo.

– Tienes miedo de que tu ex te olvide porque no te sientes digno(a) de ser memorable.
– No crees que encontrarás a alguien mejor (o una relación más satisfactoria) porque piensas que no eres digno(a) de esa persona.
– Piensas que tu ex es único(a) porque: a) probablemente no has salido mucho con alguien y por lo tanto no tienes mucha claridad sobre qué más hay por ahí, y b) porque no crees que seas capaz de encontrar a alguien mejor.

– Tienes miedo de estar soltero porque no crees que seas un ser humano digno sin tener a alguien a tu lado.
– Eres adicto(a) a tu ex porque no tienes nada más que hacer en tu vida, no tienes un sentido claro de propósito, ninguna dirección que te inspire.

Estas son las razones por las que no encuentras el amor duradero. Estas son las razones por las que tus relaciones fracasan. Estas son las razones por las que fracasas. Todo se reduce a inseguridades, miedos, creencias limitantes y sentimientos intermitentes o perpetuos de inutilidad e incompetencia.

Ahora bien, para superar tus miedos, resolver tu vergüenza, superar tus inseguridades y encontrar un sentido de propósito, debes participar en la superación personal .

No hay atajos. No hay un proceso complicado, paso a paso y comprobado para salvarte el pellejo. Estás solo(a). Y tienes que participar en tu propio rescate. Tienes que salir de las aguas sucias que te rodean. Es eso o ahogarte en tus propios excrementos.

Aquí hay otra dura realidad. Las razones por las que crees que es buena idea perseguir a tu ex no importan. Cada uno tiene sus propias razones por las que no devolverte las llamadas y los mensajes es una decisión válida y beneficiosa.

Tu ex probablemente ya había dejado de amarte semanas, meses, a veces incluso años antes de irse. Así que tuvo tiempo suficiente para forjar razones bastante sólidas de por qué quedarse contigo es una mala idea; razones que no puedes rebatir, y mucho menos vencer, con tus motivos para reavivar la relación.

Como era de esperar, cuanto más impongas a tu ex tus deseos de reconciliación, más se aferrará a su deseo de estar a años luz de ti. Incluso existe la posibilidad de que tu obsesión le haga empezar otra relación más rápido de lo habitual.

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Así que, de nuevo, no persigas, no ruegues. Acepta tu pérdida. Trabaja en ti. Deja ir a tu ex para que regrese. Si le dieras suficiente espacio, tu ex podría contactarte. Y cuando eso suceda, solo tienes que invitarle a una cita, ir, pasarla bien y tener un encuentro casual.

Esa es la fórmula del éxito, considerando que has hecho el trabajo de superación personal necesario. Sin embargo, siempre ten en cuenta tus intenciones. No dejes ir a tu ex para generarte ansiedad o curiosidad, o para que tú tengas la ventaja en la lucha de poder sociodinámica.

Deja ir a tu ex porque te ayuda a crecer y, en la mayoría de los casos, conduce a un cambio radical e inspirador en tu desarrollo. Una transformación tan grande que tu ex, o incluso otra persona, no pudo evitar notarla. Ahí es cuando te contacta. Ahí es cuando surge la magia.